Así me he descrito más de una vez pero nunca despectivamente ya que para mi fue un orgullo y una gran oportunidad de integración el hecho de que mi padre consiguiera un trabajo como conserje de un edificio de viviendas entonces propiedad de La Caixa y nosotros viviéramos en la portería situada en la planta baja con ciertas ventajas como no pagar alquiler.
En lugar de un vecino cualquiera era el hijo menor del Sr. Jose Luis como le llamaban muchos vecinos. El tema era que yo también interactuaba con los vecinos que no eran pocos y que habían muchos niños y jóvenes que siempre nos hacían un hueco para jugar en la calle o invitarnos a su casa a jugar con otras cosas como ordenadores y consolas. La tecnología empezaba a dejar huella en la sociedad mas joven enganchándolos a videojuegos, ordenadores, vídeo, música,etc.
Ver el ejemplo de mi padre y tener el privilegio de tenerlo cerca a diario me hacia valorar las cosas, el esfuerzo y la paciencia para conseguir tirar adelante un proyecto como una familia con un sueldo de conserje. Pero como era y es un manitas siempre se las arreglaba para generarse más trabajo dentro de el entorno de los vecinos.
Me siento afortunado de las situaciones vividas como consecuencia de esa ya casi extinguida profesión de Portero o conserje.